Lo mejor que leí en 2009 (1/3)

Por Martín Cristal

No siempre voy detrás de las últimas novedades; tampoco me atrinchero sólo entre los clásicos. Leo sobre todo narrativa, pero no exclusivamente. El azar me acercó a estos excelentes libros durante este año. Van en orden alfabético de autores (esto no es un ranking). Para coincidir o disentir con otros lectores, como recomendaciones o como agradecimiento por las recomendaciones de terceros, leyéndolos tarde o temprano respecto de otros (¿qué importa?), éstos son los 10 libros que más disfruté leer en 2009:
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2666, de Roberto Bolaño

Compactos Anagrama, 2008. Novela.

En El pez volador ya desglosamos las partes que componen este gran libro de Bolaño, entre las que la apuesta más alta nos parece la cuarta, “La parte de los crímenes”, y la más bella, la quinta, “La parte de Archimboldi”. También hemos propuesto una teoría para interpretar su misterioso título. Inconclusa en su trabajo —no en su argumento— debido a la muerte de Bolaño, creo que 2666 es una gran novela, aunque mi favorita del autor siga siendo Los detectives salvajes.

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Bajo este sol tremendo,
de Carlos Busqued

Anagrama, 2009. Novela.


Esta primera novela de Busqued (Chaco, 1970) fue recomendada para su publicación por el jurado del premio Anagrama 2008. Cruel, impiadosa, alejada de todo atisbo de bondad, es una exposición de la violencia sin moralina, enseñanza o comentario ético alguno. Con un ritmo que fluye sin ripios ni obstáculos, esta novela inicia en el paisaje inhóspito del Chaco, cuyo “sol tremendo” parece exacerbar el salvajismo de hombres y animales, un poco como la “luna caliente” de Giardinelli, aunque con muchísima más vileza implícita en cada línea del texto.

Cetarti, el personaje principal, vive en una abulia interferida o azuzada por el porro y los documentales del Discovery Channel. Cuando viaja a Lapachito para arreglar lo referente al brutal asesinato de su madre, conoce a Duarte, un ex milico que le propone una tramoya para cobrar el seguro a medias. Bajo el ala de Duarte también está Danielito, cuya existencia anodina se parece bastante a la de Cetarti, aunque la maldad que rodea la vida de Danielito parece haber estado sitiándolo siempre. Luego, una parte de la acción se traslada a Córdoba (donde el autor vivió varios años).

Busqued tiene un blog donde deja ver que la pasión de Duarte por el aeromodelismo es también una pasión propia: Borderline Carlito.

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Relatos II, de John Cheever

Emecé, 2006. Cuentos.

El primer tomo ya me había fascinado con cuentos como “Adiós, hermano mío”, “La olla repleta de oro”, “Los Wryson” o “El marido rural”, entre otros. Problemas conyugales, infidelidades y divorcios, abulia y alcoholismo social: los sueños rotos de la clase media norteamericana de los cincuenta son retratados por la prosa segura y tranquila de Cheever. Cierta culpa o moral cristiana se dejan ver en varios relatos como “El ladrón de Shady Hill”. Los protagonistas son vecinos de las amplias casas con jardines de los barrios suburbanos neoyorquinos (como Leonardo Di Caprio y Kate Winslet en Sólo un sueño —Revolutionary Road, de Sam Mendes [basada en la novela homónima de Richard Yates]), o bien integran los consorcios de la misma clase social en la Gran Manzana (algunas veces el foco pasa a la clase trabajadora de esos mismos edificios); o bien son americanos en Europa, mayormente Italia, de paso o exiliados.

En este segundo tomo, la obra de Cheever continúa desarrollándose en el mismo sentido, con esa tenacidad que presentan los escritores que —renuentes a probar distintas cosas o inaugurar diferentes etapas en su carrera— eligen desde el principio y para siempre una forma y un cúmulo limitado de temas como su inalterable documento de identidad. Esto, que a muchos escritores puede salirles mal, o que puede cansar y aburrir rápidamente a quienes los leen, en Cheever funciona impecablemente (o con muy pocas excepciones, sobre todo si se compara con los “cuentos completos” de otros autores).

Aquí destacan los cuentos “El camión de mudanzas escarlata”, “La edad de oro”, “El ángel del puente”, “El brigadier y la viuda del golf”, “La geometría del amor” —con el que se tituló una antología de Cheever— y también el sorprendente “El nadador”, uno de los pocos donde se cuela lo fantástico (también estaba “La monstruosa radio”, en el otro tomo). El volumen incluye un póslogo de Rodrigo Fresán, donde se nos aclara que existen otros 68 relatos de Cheever además de los 61 de esta edición.

Me voy de vacaciones. Quedan programadas para enero las dos entregas que completan esta serie. Como siempre, los comentarios serán bienvenidos, aunque demoraré en responderles… ¡Feliz año nuevo para todos!

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24 pensamientos en “Lo mejor que leí en 2009 (1/3)

  1. Cheever es, decididamente, uno de mis escritores preferidos. Me gustan sus cuentos, algunas de sus novelas, pero, por sobre todas las cosas, he devorado (y lo sigo haciendo) sus Diarios.

    Felicidades para vos, y espero las próximas entregas.

  2. Vi tu lista en Hermano Cerdo. Muy buenas lecturas, no es de extrañar. Tengo al 2666 en el anaquel bautizado «lecturas estivales», pero las vacaciones no han comenzado y la lista (y el estante) engordan como el que escribe (bueno, no tanto)…
    Como siempre, un placer leerte. Que tengas un excelente año!

  3. Si te gustan los relatos de Cheever, te recomiendo los de Saul Bellow (“By the St. Lawrence”, “El viejo sistema” “La bandeja de plata” algunos de mis favoritos”). Un abrazo.
    C.

  4. Muy interesante llegar hasta acá. En 2009 me animé a las tantísimas páginas de 2666 y coincido con la idea de que La parte de Archimboldi es la más bella. Saludos!

  5. Hola Martín! Busqued fue la gran noticia del año, un libro como hacía mucho que no aparecía en la literatura argentina. Si te gustan las crónicas, te recomiendo otro libro extraordinario «Frutos extraños» de Leila Guerrero, en mi opinión, otra perla que nos dejó el 2009. Una lección de periodismo y escritura de primer nivel. Un abrazo.

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  8. ¡Hola! Perdón por la demora en contestar, andaba de vacaciones.

    Estrella: Después de leer estos cuentos, Cheever también se ha convertido en uno de mis favoritos. Me dicen que, entre las novelas, Falconer es muy buena.

    Maxi: Gracias, saludos.

    Ángel: Buen año también para vos. Dale maza a 2666, te va a gustar. ¡Y me madrugaste leyendo primero la síntesis en Hermano Cerdo! Fue una tentación responder a su convocatoria, porque justo estaba preparando esta serie de posts…

    Carla: Gracias por la recomendación. Seguí tu anterior recomendación sobre el libro de Vargas Llosa, La verdad de las mentiras, y estuvo bueno, porque algunos artículos me resultaron interesantes (no leí todos). Hace rato que quiero leer a Bellow, pero en Córdoba conseguirlo no está del todo fácil. Saludos.

    Costa: Con lectores perseverantes como usted, uno se da por satisfecho. Abrazo.

    Marina: Pues a coincidencia pura, nada que agregar. Saludos.

    Andrea: ¡Hola! No conocía tu blog. Ya mismo lo vamos a visitar. No voy mucho por el lado de la crónica, sino sobre todo con la ficción, pero anoto la recomendación. Saludos.

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