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[…] Cristal se atiene al principio literario
de que cada persona es única, y para que sea única debe inventarla, no copiarla de un manual de sociología o de un modelo natural. En ese sentido, emplea varios recursos narrativos a fin de que cada personaje se revele y se explore a sí mismo. Mediante la distribución equilibrada de voces y puntos de vista, los procesos simultáneos de esas revelaciones y exploraciones generan tanta intriga e interés como un policial.Salvo en el primer capítulo, en el resto
de la novela Cristal no usa la tercera persona, sino la primera, la segunda o reproduce conversaciones telefónicas unilaterales, ya que no hay un testigo único de todas esas vidas, un ojo que las mire desde arriba de manera imparcial. A la vez, los capítulos están separados por citas extraídas de un libro de divulgación científica decimonónico titulado Los misterios del mar, heredado por Perla de su padre anticuario y que funcionan en sentido muy amplio como símbolos o comentarios en clave de las historias contadas, el equivalente de un oráculo en una sociedad donde no existe el destino. […]
Carlos Schilling, en La Voz del Interior,
suplemento “Cultura en Vos”. Córdoba,
sábado 9 de junio de 2012.
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