La actualidad de Moby Dick

Por Martín Cristal

Pasado

Durante su campaña en las elecciones de 2004, la guerra en oriente era una de las grandes preocupaciones del candidato George W. Bush, quien en su primer período como presidente había ordenado la invasión a Afganistán en octubre de 2001. Bush tenía miedo de terminar igual que su padre en los noventa: victorioso fuera de casa, pero derrotado en ella.

Presente

Hoy hubo otro atentado en Afganistán. Su objetivo era un convoy de tropas de la OTAN. Hubo al menos ocho muertos y 22 heridos, todos civiles, según informa el diario Clarín.

Mientras tanto, en Estados Unidos, continúa la disputa por las próximas elecciones: en la esquina derecha, John McCain; en la esquina izquierda (que desde nuestra ubicación en la última fila de la platea sur se parece bastante a la otra), Hillary Clinton y Barack Obama compiten por saber quién irá por la gloria al centro del ring y quién se quedará afuera con el banquito y la toalla, esperando otra oportunidad.

Futuro

Según noticia de la agencia AFP (reproducida el 4 de abril en el diario El Comercio, de Ecuador), Estados Unidos planea enviar más tropas a Afganistán en 2009. El ministro de defensa, Robert Gates, opinó que esto sucederá sin importar quién resulte elegido presidente en las elecciones de noviembre próximo, ya que cualquiera que triunfe “querrá tener éxito en Afganistán».

Gregory Peck como el Capitán Ahab

Eternidad

En Estados Unidos, elecciones muy disputadas; en la otra punta del mundo, guerra y muerte. Y mientras tanto, gente inocente que vive su pequeña vida, la cual se filtra entre los grandes sucesos de la Historia.

Algo como esto ya estaba escrito en Moby Dick, cuya actualidad resulta sorprendente. En el Capítulo 1 —uno de los mejores comienzos de la literatura universal—, el protagonista, Ismael, nos cuenta sus razones para hacerse a la mar en un barco ballenero:


Pero, ¿por qué razón después de haber olido tantas veces el mar como marinero mercante, se me habrá metido en la cabeza la idea de zarpar en un ballenero? Esto podrá explicarlo mejor que nadie el invisible oficial de policía de los Hados, que me vigila sin cesar, me acosa en secreto e influye sobre mí de modo inexplicable. Y sin duda, este viaje mío en un ballenero formaba parte del gran programa que la Providencia organizó hace mucho tiempo. Surgió como una especie de breve interludio, un
solo, entre los números más importantes. Imagino que esa parte del programa debió de sonar más o menos así:

GRAN LUCHA ELECTORAL
POR LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
Un individuo de nombre Ismael viaja en un ballenero
SANGRIENTA BATALLA EN AFGANISTÁN

No puedo decir el motivo exacto por el cual esos directores de escena que son los Hados me adjudicaron este papel tan deslucido del viaje en un ballenero […]

Moby Dick, o la ballena blanca, de Herman Melville, obra cumbre de la narrativa norteamericana, se publicó en el año 1851. Los grandes hechos de la Historia siguen siendo los mismos: batallas de votos y de sangre. Decir que no hay nada nuevo bajo el sol tampoco sería decir algo nuevo.

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Imagen: Gregory Peck como el Capitán Ahab, obsesionado con la ballena blanca en la versión cinematográfica de John Huston (1956).