Antología: Después de Mao. Narrativa china actual

Por Martín Cristal

Made in China

Despues-de-Mao-Narrativa-china-actualSi usted es de los que piensan en cualquier producto fabricado en China como en algo barato y de baja calidad, convendrá que se quite esa idea de la cabeza antes de acercarse a Después de Mao: narrativa china actual. Dicho preconcepto, que desde luego no aplica a la literatura china en general —cuya tradición es vastísima—, tampoco lo hace respecto de esta excelente antología contemporánea, seleccionada, traducida y anotada por Miguel Ángel Petrecca (Buenos Aires, 1979).

El libro reúne diez relatos de autores nacidos en las décadas de 1960 y 1970, cuyas acciones transcurren tras la caída de Mao Tsé-Tung. El contexto histórico general es el del desmantelamiento de las políticas socialistas, la reactivación de las universidades, las reformas económicas, los nuevos negocios y —llegados ya a la década de 1990— la pujanza en el crecimiento y la renovación de las grandes urbes.

No es fácil retener los nombres de los autores antologados: Zhu Wen, Han Dong, Gouzi, Lu Nei, Cao Kou, Ah Yi; Wei Wei, Lu Min, Sheng Keyi y Ah Mei. Los primeros seis son hombres; las otras cuatro, mujeres. El libro trae un útil anexo con datos biobibliográficos de cada uno.

Los relatos, que oscilan entre las 10 y las 40 páginas, prefieren el realismo (en algunos casos con una faceta poética) y tienen en general muy buen nivel. La mayoría transcurre en ambientes urbanos: “La ciudad no solamente como escenario neutral de una trama, sino como medio hostil y metáfora de una pérdida de referencias”, tal como puntualiza Petrecca en el prólogo del libro.

El cambio parece ser el signo de estos cuentos, donde hombres y mujeres, perdedores, marginales, jóvenes y viejos, hacen lo que pueden para seguir adelante en la vertiginosa marea que remodela a su país. Hay quien se resigna y hay quien surfea las olas del tiempo. Hay quien se adapta y hay quien perece.

Se destacan los relatos de Zhu Wen (“Un pequeño cuento para Zhang Deng”), Han Dong (“Interior con paisaje”), Lu Min (“La muerte de Xie Bomao”), Sheng Keyi (“El pescador dice”) y Ah Yi (“Dos vidas”). Presentan, respectivamente, las historias de un vigía de inundaciones que no podrá anticipar como, con el agua, vendrá también algo que ya no esperaba en su vida; la de una chica que pasa su embarazo encerrada en un departamento, soportando la construcción de un edificio que crece junto a su ventana; la de un viejo empleado del correo, encargado de hallar el destino de aquellas cartas cuyas direcciones son imprecisas, quien tratará de resolver el que quizás sea su último caso; la de dos pescadores rivales, uno sin habilidad pero con una hija, el otro con talento pero estéril; y, por último, la de la caída en desgracia y posterior ascenso social de Zhou Lingtong, quien ya convertido en un hombre poderoso al que se le perdonan los peores crímenes, querrá volver a visitar el templo budista en el que casi se internó una vez, cuando era joven y pobre y estaba desesperado.

La traducción se percibe tersa; en cierta forma colabora a homogeneizar el libro. Esto, que por un lado aporta fluidez a la lectura, despierta por otro la pregunta de hasta qué punto, al ser tratados los diez autores por un mismo traductor, no se pierden algunos matices que quizás los diferencian entre sí en el idioma original. Esta duda, sin embargo, no empaña para nada la labor percibida del traductor, cuyo resultado, insisto, se siente cómodo y amable.

La edición resulta redonda. Petrecca comenzó su proceso de selección en China, donde estuvo durante seis meses, mayormente en Shanghai (años antes ya había cursado estudios en Pekín). La introducción del antólogo es de gran provecho para contextualizar el recorte realizado e informarnos sobre la evolución del estatus de los escritores chinos década tras década, entre otros detalles.

Lo único que podría decirse que sobra en el libro es el comentario introductorio que el antólogo hace previo a cada cuento, glosa que en ocasiones adelanta demasiado los argumentos. Lo que abunda no daña, dicen, pero quizás hubiera resultado mejor ubicar esas notas al final, cada una tras los datos de su respectivo autor, y no en las carátulas de cada cuento. En todo caso, es sólo un detalle; advertido de esto, el lector puede simplemente saltear esas carátulas y leerlas todas al final, como una manera de redondear la gozosa experiencia de este libro.

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Después de Mao. Narrativa china actual, selección, traducción y notas de Miguel Ángel Petrecca. Antología de relatos. Adriana Hidalgo Editora, 2015. 302 páginas. Recomendamos este libro en “Ciudad X”, La Voz (Córdoba, 3 de marzo de 2016).